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martes, 30 de octubre de 2012


Cincuenta sombras liberadas, de E. L. James

Título: Cincuenta sombras liberadasAutora: E. L. JamesEditorial: GrijalboGénero: Novela erótica
ISBN: 9788425348853
Páginas: 651

¿Qué nos hace llegar hasta un libro? ¿Su portada, los comentarios de gente que nos lo recomienda? ¿Ver a todo el mundo con él mientras viajas en metro? Hay muchas razones por las que empezamos un libro, eso desde luego. En mi caso, y tentado por la cantidad de personas que veía con “Cincuenta sombras liberadas” en mi camino al trabajo, decidí empezarlo. Los dos anteriores títulos de la trilogía consiguieron lo inimaginable: que ante un título, presumiblemente comercial, me sintiera atraído por uno de los personajes. No me he considero especialmente intelectual en mis lecturas, casi podría decir que leo de todo. Pero es que yo siempre he pensado que  para saber hablar de algo hay que conocerlo.

Christian Grey y Anastasia Steele han dado un paso más en su vida en común, pero como la realidad, que es graciosa hasta decir basta, tendrán que hacer frente al rencor, la pasión y el oscuro pasado que siempre vuelve a empañarlo todo, a querer destrozarlo.

Una vez acabado el libro me he puesto a mirar otras reseñas por internet. No lo hago nunca, no me gusta que nada contamine mi criterio. Pero sí que es verdad que, dado que cuando empecé esta trilogía, había oído de todo: desde que era horrible hasta que era prácticamente un clásico, quise ver qué opiniones se movían por el mundo. Y me encontré más de lo mismo. “Cincuenta sombras liberadas” se mueve siempre entre los polos opuestos: o es tu favorito o lo aborreces. ¿Por qué sucedía esto? En mi caso, y sin creerme demasiado especial, creo que no ha sido ni lo uno ni lo otro. No me ha parecido el peor libro que he leído en mi vida, entre otras cosas porque, como ya dije en la anterior reseña de “Cincuenta sombras más oscuras”, creo que E. L. James ha conseguido crear uno de esos personajes de los que quieres saber más, y eso es muy difícil hoy en día. Y a la vez, tampoco lo consideraría el mejor libro que me he leído nunca ya que, como siempre que me preguntan digo, no es un clásico, pero te hace pasar un buen rato. ¿Acaso no pensaba ya eso mismo cuando empecé a leerlo? Creo que muchas de las críticas que se han suscitado a raíz de la publicación de los libros son porque en el primero de ellos, las escenas sexuales tan explícitas eran algo que no habíamos visto en mucho tiempo a un nivel tan internacional, pero a medida que la trama avanza, a medida que la historia de estos dos enamorados continúa, te vas encontrando en un bucle de sexo en el que piensas esto ya lo he leído antes. Pueden achacársele muchas cosas a este libro, pero lo que nadie puede discutir es que ha oído hablar de él, ha hecho que un público que en principio no estaba interesado para nada en la literatura, abra sus puertas a un universo que le parecía nuevo y casi inalcanzable.

¿Es este el final que todos esperábamos de la trilogía? E. L. James lo tenía claro. Creo que ha envuelto tan bien en el misterio a la relación de los personajes que “Cincuenta sombras liberadas” ya anticipa en el título lo que va a suceder. Todo va a salir a la luz, todo va a acabar sabiéndose y al final, como si de un efecto rebote se tratara, la libertad es lo que hará que todo pueda ir bien. ¿Es el sexo un arma liberadora o por el contrario es otra cárcel? Me temo que, si lo queréis descubrir, sólo podéis hacerlo leyéndolo.
Porque, ¿si un libro nos atrae, si es como la luz para las polillas, acaso tiene menos mérito que otros? Hay muchas razones por las que nos sentimos atraídos los unos por los otros, así que, ¿no puede pasar lo mismo con los libros?

FUENTE: Librosyliteratura.es

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