Hay algo que me fascina en la persona de Salman Rushdie. Su capacidad fabuladora, su prosa esquiva, sus historias fantásticas, y, por supuesto, la propia aventura de su vida. Un autor que ha vivido escondido durante años porque su libro Los versos satánicos fue considerado un crimen contra el Islam, contra el Corán y contra el Profeta. Un hombre obligado a huir y a esconderse, que por primera vez se enfrenta a sus propias memorias y recuerdos. El resultado de varios años de trabajo ha sidoJoseph Anton, una autobiografía que en nuestro país publica Mondadori y que cuesta 24,90 euros.
En 1989 Rushdie era condenado a muerte y comenzaba la mayor aventura de su vida. Se le pidió que eligiera un alias para que la policía pudiera utilizarlo y él eligió la combinación de los nombres de dos de sus autores favoritos, Conrad y Chejov. Salman Rushdie y su familia se vieron obligados a vivir escondidos, protegidos constantemente por un equipo policial armado, y en este libro nos cuenta cómo fue ese proceso. Cómo vivir en la clandestinidad, cómo seguir escribiendo, cómo enamorarse y desenamorarse, cómo vivir, al fin y al cabo. Un testimonio vital, lleno de fuerza, humor y esperanza.
La historia de Salman Rushdie es de esas que te dejan sin palabras. Nacido en Bombai en 1947, tan sólo dos meses antes de que dejara de ser colonia británica, se crió en una acomodada familia musulmana. Estudió en Inglaterra en un internado donde el resto de alumnos se mofaba de él por su procedencia india y más tarde estudiaría historia en Cambridge. Interesado por la literatura, comenzó pronto a escribir y sus libros siempre se han caracterizado por un uso muy personal de la fantasía. En 1980 publicaría Hijos de la medianoche, considerada su mejor obra, por la que ganó el premioBooker. A este siguieron más libros y sería en 1989 cuando sellaría su destino con ‘Los versos satánicos’. A pesar de su vida singular, Rushdie nunca ha dejado de escribir y publicar.
No suelo leer biografías, pero en este caso podría hacer una excepción. Me gusta mucho Salman Rushdie, aunque su literatura no sea precisamente fácil en algunas ocasiones. Ahora mismo, tengo ‘Hijos de la medianoche’ esperándome en la estantería, y también tengo pendiente una relectura deHarún y el mar de las historias, un libro juvenil que me encanta, así como Luka y el fuego de la vida, también juvenil. Vamos, que tengo Salman Rushdie para rato…
En Papel en Blanco
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